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"IGORROTES"; Tomo I por el R., P., Fr., ÁNGEL PÉREZ

 

                                         

                                                                       C A P I T U L O  VIII.

                                                                      RAZA  GUINAANES.

   Reciben los Guinaanes su nombre de la ranchería de Guinang, de la provincia de Abra, la cual se halla situada en la cúspide de la cordillera central frente á Mabunot mirando al oriente, ó sea, á veinte kilómetros más al Norte de Basao, y setenta de Bontoc.

   Hay otra población llamada Guinan, dentro del Distrito de Bontoc, pero por la posición que ocupa debe comprenderse entre los Itetapanes.

   Ocupan los Guinaanes una zona que no bajará de 60 á 80 kilómetros de Norte á Sur, ó sea, desde los confines de los Banaaos del río Saltan hasta cerca de Tutucan; y de Este á Oeste ocupan la cuenca del Tanudan ó Tanuchan, donde se hallan las rancherías de Gulon, Yaangan, Lubo, Mangali, Dacalan, Taloctoc, Dupa y Nanen, algunas de las cuales ya pertencen á los Mayóyaos. Habitan tambiérn junto á la cuenca del Caycayan, Basil y otros ríos, y rebasando la cordillera central, descienden, por sierras y laderas, aprovechando los terrenos laborables, hasta confundirse con los tinguianes de Abra.

   Son los Guinaanes de los más fornidos y de mayor estatura entre los infieles del Norte de Luzón. Son bastante regulares sus facciones; pero muy abandonados y sucios. Sus costumbres en un todo iguales á las de sus vecinos del Sur, los Itetapanes. Las mujeres visten un anillo de bejuco trenzado, que hace de cinturón, de cuatro dedos de ancho. Se lo meten por la cabeza y descansa en la cintura sobre las caderas. Debajo de este anillo se ponen un pedazo de tela, sumamente corto y estrecho, que no llega á las rodillas, y esta es toda su indumentaria.

   Circula muy poco metálico entre ellos; y por el tabaco y arroz que venden a los cristianos de los destacamentos, reciben efectos y gracias á eso, se ven algunas mantas, y muy pocas camisas y bajaques, siendo muchos de estos de corteza de árbol.

   Las rancherías ó poblados, que pertenecen á los Guinaanes, son veintitrés de la comandancia de Básao, diez ó más del Distrito de Bontoc y unas treinta de la provincia de Abra. Muchas de éstas últimas son alzadas.

   Aunque nada tenga que ver con los caracteres etnográficos de los Guinaanes, referiremos lo que hemos presenciado repetidas veces en la casa de Gobierno de Abra. Todos los años baja una comisión de diez ó doce individuos, en primer término á buscar título de gobernadorcillo, y en segundo lugar á presentar á la autoridad sus reclamaciones. Estas, suelen versar contra rancherías alzadas de otras provincias, ó bien contra sus vecinas y contra particulares.

   Antes de emprender tan largo y penoso viaje, reúnese el pueblo bajo la presidencia de los ancianos, nombran estos las comisión, catalogan todas las reclamaciones y encargan de cuatro ó más puntos á cada uno de los comisionados. Como no tienen plumarios que consignen por escrito cuanto desean, cada comisionado, por cada punto que le señalan echa un nudo en una cuerda. Armados con estas credenciales y documentos, se presentan á la autoridad, con la que usan un lenguage y modales muy finos. El que lleva la representación general, se coloca más próximo al Gobernador, expone todos los puntos, y uno de los comisionados, con su soguita en la mano, hace de apuntador, si el locutor se corta ó se olvida de algo. En cuanto termina el primero, se retira, y se aproxima el segundo apuntador; y así hasta terminar. A muchos de los puntos dá resolución en el acto el Gobernador, á otros nó. Salen de la audiencia, y en el mismo patio discuten lo ya resuelto y , si no están conformes, vuelven á pedir permiso y á replicar. Esto se suele repetir dos y tres veces, según el carácter de los Gobernadores. Estos actos, que los hemos presenciado repetidas veces, nos servían, más que de estudio, de entretenimiento.

   Al Norte de los Guinaanes se hallan los Banaaos, en la cuenca del río Saltan, fuera del Distrito de Bontoc, y cuya comprensión formó la Comandancia del Saltan. Y al Noroeste de los mismos Guinaanes habitan los Cabugaoanes de la nueva Comandancia de Cabugauan que no llegó a ser bien estudiada por las autoridades.

   De los Guinaanes dice el Sr., A., Schadenberg: "Estos viven el el valle del río Basil y su territorio linda con los Banaaos, Bontoc y Cagayan. Presentan mejores tipos, con narices finas, sonde figura más alta y de más dignidad que los Banaaos. Tienen una manera muy particular de arreglar el cabello; los hombres llevan una gorrita colocada en la parte detrás de la cabeza; en los lados, encima de las orejas, llevan plumas de gallo, y en los brazos gordos brazaletes de colmillos de jabalí; estos van adornados con copetes de cabello humano procedentes de cabezas cortadas, lo cual pintan con color encarnado y amarillo.

   "Hombres y mujeres usan el tatuaje, pero los hombres solo si han cortado cinco cabezas, y el tatuajes presenta en este caso un dibujo especial, tatuado en el pecho."

   El tatuaje de los Guinaanes, casi como el de los Itetapanes es generalmente en esta forma (1) en el pecho y espalda; y conforme, un individuo corta una ó más cabezas, se pinta una ó más líneas, cruzando el pecho y espalda; hasta unir el vértice de los ángulos rectos de las escuadras.

   Los dibujos que se pintan en los brazos y piernas son variadísimos, como lo son en todas las partes de estos montes. En la cara se pintan unas filas de puntos de sien á sien, en forma de carrillera.

   No es para pasar en silencio un hecho que pasó en Básao y que nos refirió D., José Jorge Guerin. Se me presentó, nos decía, una mujer con una tinajita muy bien arreglada y dentro contenía los restos de un pequeño infante, hijo suyo; viendo ella mi admiración me dijo: "No te extrañe, pues entre nosotros es costumbre enterrar en tinajas á los que caben en ellas." Esto viene á confirmar más y más lo que ya se ha dicho de la semejanza de sus enterramientos con los usados entre los Japoneses.




   

   


   

   

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