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TEODORO KALAW MANGUIAT. "MANUAL DE CIENCIA POLÍTICA"

    

   

                         I. INTRODUCCIÓN.

          1. La Ciencia Política.- Se ha definido brevemente la ciencia política diciendo que es la ciencia del Estado. Algunos no aceptan esta definición por ser muy general y vaga. La ciencia del Estado comprende actualmente muchos otros estudios que son otras tantas manifestaciones de la ciencia contemporánea como el derecho constitucional, la economía política, la sociología, la diplomacia, el derecho internacional público, la hacienda pública, etc., La denominación de ciencia política tampoco está admitida unánimemente por la misma razón: porque no hay una sola ciencia política, sino que hay muchas ciencia políticas. Los franceses prefieren el nombre de ciencia morales y políticas.

   Adoptamos la denominación de ciencia política para comprender dentro de su estudio los problemas generales del Estado y a la vez para diferenciarla de las otras ciencias políticas especiales ya mencionadas, que son como auxiliares de la ciencia política.

         2. Contenido de la ciencia política.- Para el objeto que nos proponemos en el presente estudio, el Manual de Ciencia Política comprenderá la naturaleza y el funcionamiento del Estado, la constitución y el funcionamiento de los poderes superiores de gobierno y la teoría de las libertades políticas y civiles.

          3. Necesidad de su estudio.- llamado a tomar arte en la deliberación y decisión de los asuntos de su propio pueblo, el estudiante necesita algo así como resumen del compendio de las teirías y prácticas políticas reconocidas, que son la clave de los adecuados del funcionamiento y vida de los órganos del poder, por un lado, y de los individuos, por otro. La experiencia de los países viejos en el gobierno institucional ha amontonado sobre las espaldas dela humanidad un tal cúmulo de ideas y principios de buen gobierno -producto costoso de luchas, guerras y vicisitudes- que ahora constituyen una preciada herencia de los pueblos jóvenes como el nuestro. Estamos en el deber de leer en ese gran libro, si no quisiéramos fracasar. La exposición sencilla y abreviada de las principales materias, o de los principales hechos, o de las principales opiniones, clasificada y recogidas de la sabiduría de los hombres y de los pueblos, es el mejor medio para que estos conocimientos, al encontrar fácil acceso en la mente, contribuyan de alguna manera al ejercicio de una buena ciudadanía.

          4. La política como arte.-  La ciencia política aplicada a la práctica se convierte en arte: el arte de gobernar. Como otras ciencias, y más ciertamente como otras ciencias, la política necesita del concurso de estos dos elementos: la teoría y la eficacia. La primera nos da los principio; la segunda nos da el secreto y el éxito de su aplicación. No es bastante que se conozcan a priori las mejores fórmulas que los siglos inventaron para curar las enfermedades sociales; importa también que se conozca que tal fórmula puede dar el resultado apetecido, dadas las circunstancias de tiempo, de cultura y de adaptabilidad al ambiente. En la exposición de las materias se procurará en lo posible que se expresen las controversias habidas, las opiniones de uno y otro extremo, para que el que las estudie pueda juzgar su grado de aplicabilidad a las condiciones locales.

          5. El hombre de Estado.- El hombre que tan prodigiosamente reúne las dos cualidades, a saber, la ciencia política teórica y el arte de llevarla a la práctica, es conocido por hombre de Estado. Estos hombres son los que dan días de gloria y perpetuo honor a su país. Varias son las cualidades que requiere el hombre de Estado, pero Holtzendorff señala principalmente dos: firmeza en la resolución y flexibilidad en la ejecución. Supuesto naturalmente el conocimiento de los principios, el hombre de Estado se convencerá primeramente si su medida es justa y conveniente para su país. Hecha esta determinación, debe seguir imperturbable su camino sin hacer caso de las dificultades, murmuraciones y envidias. Él sabe que su camino no está sembrado de rosas. Sabe que tiene que encontrar obstáculos. Por esa misma razón, la segunda cualidad es también esencial: debe tener la flexibilidad suficiente "que le permita plegarse a los múltiples y rápidos cambios que se presentan en la vida", como detalles que enaltecen, más que desfiguran, la grandeza del conjunto.

   Valentía y previsión, prontitud y prudencia, hábito de hablar y de callarse a tiempo, reserva y cortesía, confianza y desconfianza, producto del conocimiento profundo de los hombres: -tales son, según Holtzendorff, las cualidades aparentemente contradictorias y que deben adornar al hombre de Estado.

   El mérito de un hombre de Estado, -dice el mismo autor- no puede medirse atendiendo a la excelencia de sus planes, sino al buen éxito de sus combinaciones y empresas. En esto consiste principalmente lo que distingue el juicio moral del juicio político; el primero se satisface con hacer constar el valor personal y las intenciones del hombre, mientras el segundo se funda, además, en otra cosa. Como hablamos de grandes hombres de estado es indudable que tenemos presente la moralidad de sus miras, pues que en la esfera intelectual la grandez del hombre no se concibe sin moralidad. Pero, aun supuesta esta verdad fundamental, se puede afirmar que todo acto político lícito en sí mismo, el éxito importa principalmente; la grandeza del resultado da la medida del valor del hombre de Estado que, solo o con el concurso de otras personas, supo prepararlo.

          6. Las ciencias aliadas de la política.- La ciencia política tiene, como hemos dicho, sus aliadas, que vienen a constituir su complemento. las principales de ellas son: la sociología que es la ciencia de la sociedad vista como un agregado de los individuos, y trata del hombre en sus relaciones sociales; la economía política, que es la ciencia de la riqueza y trata de la actividad individual y social del hombre en la producción, distribución y consumo de la riqueza; la hacienda pública, que comprende el estudio de los gastos e ingresos del Estado, así así como la administración de su fortuna e ingresos; y, finalmente, la historia, y especialmente la historia política, que habla del desarrollo de las instituciones políticas y de cómo han llenado su fin en el desenvolvimiento de los pueblos. Aquel que dijo que "la historia es la política del pasado y la política es la historia del porvenir", ha establecido para siempre la relación estrecha  entre ambos ramos del conocimiento.

     Teodoro Kalaw y Manguiat (Lipa 31-III-1.884; Manila 04-XII-1.940) Político, escritor, periodista, jurista.

                         II. EL ESTADO.

          11. Idea de la nación.- Mientras el Estado es una sociedad eminentemente política o jurídica, caracterizada por el lazo de un derecho común, la nación es una sociedad eminentemente moral, fundada en la comunidad de raza, de lengua, de territorio, de religión, de historia , de civilización. Estos elementos pueden no entrar todos en la formación de una nacionalidad; pero uno o más de ellos suelen ser suficientes.

          13. Especificación de los elementos componentes. La raza.- La raza es uno de los factores a los que se atribuye una gran influencia en la preparación de las naciones. No hemos de negar que, sobre todo en los primeros tiempos de la humanidad, la raza era uno de los distintivos de las agrupaciones humanas. Pero perdió pronto su influencia, porque la historia humana se diferencia de la zoología en que hay ideas y sentimientos que unen a los hombres con más fuerza que sus analogías físicas. La religión.- La religión es otro de los factores que han contribuido muy eficazmente a la posición de las naciones modernas. En la época de la Reconquista, que es cuando se fragua la nación española, la religión era uno de los lazos que más unían a los españoles. Y aun en la actualidad hay pueblos cuya nacionalidad se apoya especialmente en el sentimiento religioso. Tal es el caso de los croatas y los servios que, a pesar de hablar el mismo idioma, han llegado a constituir naciones diferentes a impulsos de sus diferencias religiosas, pues los croatas son católicos y los servios cismáticos griegos. La lengua.- La comunidad de lengua ha sido también uno de los elementos que más han influido en la formación de las naciones. Ello se explica fácilmente, porque el lenguaje establece lazos estrechos y sobre todo íntimo entre los habitantes de un país. Todos los conquistadores se han dado perfecta idea  de esto y han tratado por ello de extirpar las lenguas maternales de los pueblos anexionados. Pero también los pueblos vencidos se han hecho la misma cuenta y han defendido su idioma propio como el último baluarte de su independencia espiritual. La influencia del lenguaje varía según la importancia de las obras literarias que en él se hayan escrito. Y es que la literatura, como todas las artes, contribuye al robustecimiento del sentimiento patrio porque idealiza las cualidades de un pueblo... El territorio geográfico. Los lazos geográficos constituyen otro de los elementos que han tenido una parte considerable en la formación de las naciones, no sólo porque la configuración del terreno ha favorecido o limitado la marcha de los pueblos, sino especialmente por el efecto instintivo que el hombre profesa al territorio en que vive y a todo lo que en él existe. Tomás Elorrieta y Artaza.

   Tomás Elorrieta y Artaza (Bermeo, Vizcaya 23-VI-1.883; 05-I-1.949) Catedrático de Derecho Político en varias universidades españolas. Diputado.
                         V. LA CONSTITUCIÓN.
          85. Origen de las constituciones escritas.
   Existen muchos modos por los cuales pueden venir las Constituciones escritas. (a) La Constitución puede ser la consecuencia de un pacto entre el pueblo y el rey, por medio del cual se escribe algo fundamental que debe ser seguido y respetado en adelante por el gobierno y por el pueblo; (b) a veces, la Constitución viene en forma de una Carta otorgada graciosamente por el rey a sus súbditos; (c) a veces, la Constitución es una verdadera posición del pueblo al rey por medios violentos o revolucionarios; (d) a veces, la Constitución es obra de las asambleas representativas, por demanda y a la petición constante de la opinión pública; (e) y, finalmente, la Constitución es, a veces, producto de las necesidades políticas y de circunstancias históricas especiales, y viene a ser un verdadero pacto o contrato, por virtud del cual nacen a la vida Estados independientes.
          86. Ejemplos.
   La Constitución napoleónica de 1808 para regir la monarquía española del intruso José I, y la Carta modificada por las Cámaras de Francia en 1830, por virtud de la cual fué llamada al trono la Casa de Orleans, son ejemplo de un pacto entre el pueblo y el rey; La Carta constitucional de Luis XVIII al hacerse cargo del trono restaurado de Francia en 1814, es un ejemplo de Carta otorgada graciosamente por el rey a súbditos; la Constitución española de 1812 en las diversas ocasiones en que hubieron de aceptarla Fernando VII y María Cristina, es un ejemplo de una Constitución como una imposición del pueblo a su rey; las leyes constitucionales de 1875, vigentes hoy en Francia, son un ejemplo de Constituciones votadas por asambleas representativas; y, finalmente, las Constituciones de Alemania, Suiza y Estados Unidos son ejemplares típicos de pactos o contratos que dan lugar al nacimiento de Estados independientes, por circunstancias históricas especiales. Adolfo Gonzáles Posada y Biesca.
   Adolfo González Posada y Biesca (Oviedo, Asturias, 18-IX-1860; Madrid 08-VII-1944). Catedrático de Derecho Político, sociólogo y senador.
                         VIII. SISTEMAS DE SUFRAGIO.
          142. El voto por grados.- La votación puede ser directa o indirecta. La indirecta también se llama votación por grados, siendo este uno de los sistemas inventados para corregir los defectos del sufragio universal.
   Se llama votación por grados cuando electoral no elige directamente al funcionario, sino que elige primeramente a otro cuerpo más reducido de electores que serán los encargados de elegir definitivamente al funcionario. En este caso la elección es de dos grados, y serán de tres, de cuatro, etc., cuando el cuerpo electoral secundario elige a otro y así sucesivamente, hasta cubrir el cargo. El caso de elección de nuestros Comisionados Residentes en Washington es de dos grados, puesto que son elegidos por un cuerpo electoral (el Senado y la Cámara de Representantes) que está a su vez elegido por electores primarios.
   El voto indirecto es, sencillamente, según dice Tocqueville, la elección hecha por un cuerpo de elegidos.
   La votación de dos grados es la más corriente; pero hay votaciones de dos, de tres, o más grados. El diputados filipino Ventura de los Reyes que asistió a las Constituyentes de Cádiz del año 1812 propuso en la sesión del 5 de mayo que las elecciones de diputados en Cortes en Filipinas, se hicieran del siguiente modo:- Cada pueblo, compuesto de su justicia, principales y cabezas de barangay, nombrará un elector, el cual reunido en la cabecera de su provincia con os otros, entre todos nombrarán dos electores, los cuales deberán trasladarse a la cabeza de su Obispado, y todos los de éste, reunidos, deberán elegir tres electores, para que, pasando a Manila, concurran en la elección de los diputados en Cortes. La votación aquí propuesta sería una de cuatro grados.
                   "Proclamación de la Constitución de 1812"; de Salvador Viniegra.
                         XV. LA TEORÍA DE LAS LIBERTADES.
          279. Consecuencias de la libertad religiosa.- Entre las consecuencias prácticas de la libertad religiosa, se encuentran las siguientes: primera, la secularización del estado civil de las personas; es decir, que para que una persona tenga personalidad jurídica y sea capaz de derechos y obligaciones, no necesita estar bautizada ni pertenecer a ninguna secta religiosa, del mismo modo que para contraer matrimonio no está obligada a hacerlo por un rito religioso; segunda, libertad de los funerales puramente civiles, o sea la celebración de funerales sin solemnidad religiosa alguna; tercera, la supresión de toda distinción de culto en los cementerios; cuarta, la admisión de todos los ciudadanos a los cargos y empleos públicos sin distinciones basadas en las creencias religiosas; quinta, la laicización de los servicios públicos en servicio alguno religioso; sexta, la supresión de toda festividad legal y oficial de carácter religioso; y séptima, la igualdad de todos los cultos ante la ley. F. G. Calderón.
Felipe González Calderón y Roca (Santa Cruz de Malabón 04-IV-1868; 06-VII-1908). Abogado y político.
                         XIII. EL PODER EJECUTIVO.
          227. El Consejo de Estado.- 228. El programa de Mabini.- Uno de los ejemplos típicos de lo que es un Consejo de Estado sería el Senado bajo el plan de Mabini expuesto en su Programa Constitucional de la República Filipina. El Senado -dice Mabini- es un cuerpo respetabilísimo formado por personas las más distinguidas de la sociedad por su honradez y vastos conocimientos en cualquier ramo de las ciencias y artes o industria.
   Su objeto es ilustrar al Congreso y al Gobierno en todos los asuntos que sean de la incumbencia de uno y otro, para que las resoluciones de ambas vayan siempre acompañadas del acierto y de la justicia; de consiguiente sólo pueden escalar tan elevado puesto los que por su talento unido al trabajo honrado pertenecen a la clase privilegiada de los escogidos.
   El Senado promoverá principalmente el adelanto de la instrucción pública y el fomento de la agricultura e industria fabril y mercantil, bien así como la marina mercante y de guerra, estudiando los adelantos modernos en estos ramos y en los demás que favorecen el engrandecimiento de la República, proponiendo al Presidente de la la misma la implantación de las reformas y mejoras convenientes, favoreciendo a los que se distingan por su talento y por sus invenciones y dando impulso a la creación de asociaciones y de certámenes y exposiciones y formaciones de las grandes vías de comunicación por medio de una prensa libre y sensata.
   El Senado será siempre oído por el Presidente como cuerpo consultivo en todos los asuntos graves y trascendentales; pero sus acuerdos no le obligan en modo alguno. No obstante, tres acuerdos conformes adoptados en distintas épocas sobre una misma materia, le obligarán a que los someta al Congreso, para que éste acuerde si deben o no tener carácter de ley.
Apolinario Mabini y Maranan (Tanauan, Batangas 23-VII-1864; Manila 13-V-1903). Abogado y político.
                         XIV. EL PODER JUDICIAL.
          256. Una conquista del pueblo.- Mucho se ha escrito en contra del Jurado. Se le acusa de falta de preparación jurídica para actuar de tribunal aún en materias de hacho; se le acusa de llevarse llevar muy fácilmente de la elocuencia de los abogados, de una disposición momentánea de los ánimos, de la falsa apariencia del reo o de los testigos; se le cree poder estar sometido a las influencias de las luchas políticas, etc., Pero una cosa es verdad, y es que el Jurado significa una gran reivindicación popular, una nueva conquista en favor de los derechos del pueblo. En las democracias, la opinión pública ya influyen en el poder ejecutivo y en el legislativo, sólo falta que influya en el judicial y para ello está el Jurado.
   Encontramos en el Jurado las siguiente ventajas: primera, que contribuye a crear caracteres enérgicos despertando el sentimiento de responsabilidad de los ciudadanos; segunda, que al asociar a éstos a la obra de la justicia, facilita su elevación moral e intelectual; tercera, que por el mismo motivo se populariza el derecho, en cuya suerte se interesan todos los miembros de la sociedad; cuarta, que además de ser para todos una escuela donde se adquiere la experiencia de estos asuntos, reviste a cada ciudadano de una especie de magistratura, como dice Tocqueville, haciendo conocer a todos que tienen deberes que cumplir con la sociedad y que entran a formar parte de su gobierno.
Gumersindo de Azcárate y Menéndez (León 13-I-1840; 15-XII-1917) Catedrático, político e historiador.





          



                 


   

    

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