I. INTRODUCCIÓN.
1. La Ciencia Política.- Se ha definido brevemente la ciencia política diciendo que es la ciencia del Estado. Algunos no aceptan esta definición por ser muy general y vaga. La ciencia del Estado comprende actualmente muchos otros estudios que son otras tantas manifestaciones de la ciencia contemporánea como el derecho constitucional, la economía política, la sociología, la diplomacia, el derecho internacional público, la hacienda pública, etc., La denominación de ciencia política tampoco está admitida unánimemente por la misma razón: porque no hay una sola ciencia política, sino que hay muchas ciencia políticas. Los franceses prefieren el nombre de ciencia morales y políticas.
Adoptamos la denominación de ciencia política para comprender dentro de su estudio los problemas generales del Estado y a la vez para diferenciarla de las otras ciencias políticas especiales ya mencionadas, que son como auxiliares de la ciencia política.
2. Contenido de la ciencia política.- Para el objeto que nos proponemos en el presente estudio, el Manual de Ciencia Política comprenderá la naturaleza y el funcionamiento del Estado, la constitución y el funcionamiento de los poderes superiores de gobierno y la teoría de las libertades políticas y civiles.
3. Necesidad de su estudio.- llamado a tomar arte en la deliberación y decisión de los asuntos de su propio pueblo, el estudiante necesita algo así como resumen del compendio de las teirías y prácticas políticas reconocidas, que son la clave de los adecuados del funcionamiento y vida de los órganos del poder, por un lado, y de los individuos, por otro. La experiencia de los países viejos en el gobierno institucional ha amontonado sobre las espaldas dela humanidad un tal cúmulo de ideas y principios de buen gobierno -producto costoso de luchas, guerras y vicisitudes- que ahora constituyen una preciada herencia de los pueblos jóvenes como el nuestro. Estamos en el deber de leer en ese gran libro, si no quisiéramos fracasar. La exposición sencilla y abreviada de las principales materias, o de los principales hechos, o de las principales opiniones, clasificada y recogidas de la sabiduría de los hombres y de los pueblos, es el mejor medio para que estos conocimientos, al encontrar fácil acceso en la mente, contribuyan de alguna manera al ejercicio de una buena ciudadanía.
4. La política como arte.- La ciencia política aplicada a la práctica se convierte en arte: el arte de gobernar. Como otras ciencias, y más ciertamente como otras ciencias, la política necesita del concurso de estos dos elementos: la teoría y la eficacia. La primera nos da los principio; la segunda nos da el secreto y el éxito de su aplicación. No es bastante que se conozcan a priori las mejores fórmulas que los siglos inventaron para curar las enfermedades sociales; importa también que se conozca que tal fórmula puede dar el resultado apetecido, dadas las circunstancias de tiempo, de cultura y de adaptabilidad al ambiente. En la exposición de las materias se procurará en lo posible que se expresen las controversias habidas, las opiniones de uno y otro extremo, para que el que las estudie pueda juzgar su grado de aplicabilidad a las condiciones locales.
5. El hombre de Estado.- El hombre que tan prodigiosamente reúne las dos cualidades, a saber, la ciencia política teórica y el arte de llevarla a la práctica, es conocido por hombre de Estado. Estos hombres son los que dan días de gloria y perpetuo honor a su país. Varias son las cualidades que requiere el hombre de Estado, pero Holtzendorff señala principalmente dos: firmeza en la resolución y flexibilidad en la ejecución. Supuesto naturalmente el conocimiento de los principios, el hombre de Estado se convencerá primeramente si su medida es justa y conveniente para su país. Hecha esta determinación, debe seguir imperturbable su camino sin hacer caso de las dificultades, murmuraciones y envidias. Él sabe que su camino no está sembrado de rosas. Sabe que tiene que encontrar obstáculos. Por esa misma razón, la segunda cualidad es también esencial: debe tener la flexibilidad suficiente "que le permita plegarse a los múltiples y rápidos cambios que se presentan en la vida", como detalles que enaltecen, más que desfiguran, la grandeza del conjunto.
Valentía y previsión, prontitud y prudencia, hábito de hablar y de callarse a tiempo, reserva y cortesía, confianza y desconfianza, producto del conocimiento profundo de los hombres: -tales son, según Holtzendorff, las cualidades aparentemente contradictorias y que deben adornar al hombre de Estado.
El mérito de un hombre de Estado, -dice el mismo autor- no puede medirse atendiendo a la excelencia de sus planes, sino al buen éxito de sus combinaciones y empresas. En esto consiste principalmente lo que distingue el juicio moral del juicio político; el primero se satisface con hacer constar el valor personal y las intenciones del hombre, mientras el segundo se funda, además, en otra cosa. Como hablamos de grandes hombres de estado es indudable que tenemos presente la moralidad de sus miras, pues que en la esfera intelectual la grandez del hombre no se concibe sin moralidad. Pero, aun supuesta esta verdad fundamental, se puede afirmar que todo acto político lícito en sí mismo, el éxito importa principalmente; la grandeza del resultado da la medida del valor del hombre de Estado que, solo o con el concurso de otras personas, supo prepararlo.
6. Las ciencias aliadas de la política.- La ciencia política tiene, como hemos dicho, sus aliadas, que vienen a constituir su complemento. las principales de ellas son: la sociología que es la ciencia de la sociedad vista como un agregado de los individuos, y trata del hombre en sus relaciones sociales; la economía política, que es la ciencia de la riqueza y trata de la actividad individual y social del hombre en la producción, distribución y consumo de la riqueza; la hacienda pública, que comprende el estudio de los gastos e ingresos del Estado, así así como la administración de su fortuna e ingresos; y, finalmente, la historia, y especialmente la historia política, que habla del desarrollo de las instituciones políticas y de cómo han llenado su fin en el desenvolvimiento de los pueblos. Aquel que dijo que "la historia es la política del pasado y la política es la historia del porvenir", ha establecido para siempre la relación estrecha entre ambos ramos del conocimiento.
Teodoro Kalaw y Manguiat (Lipa 31-III-1.884; Manila 04-XII-1.940) Político, escritor, periodista, jurista.II. EL ESTADO.
11. Idea de la nación.- Mientras el Estado es una sociedad eminentemente política o jurídica, caracterizada por el lazo de un derecho común, la nación es una sociedad eminentemente moral, fundada en la comunidad de raza, de lengua, de territorio, de religión, de historia , de civilización. Estos elementos pueden no entrar todos en la formación de una nacionalidad; pero uno o más de ellos suelen ser suficientes.
13. Especificación de los elementos componentes. La raza.- La raza es uno de los factores a los que se atribuye una gran influencia en la preparación de las naciones. No hemos de negar que, sobre todo en los primeros tiempos de la humanidad, la raza era uno de los distintivos de las agrupaciones humanas. Pero perdió pronto su influencia, porque la historia humana se diferencia de la zoología en que hay ideas y sentimientos que unen a los hombres con más fuerza que sus analogías físicas. La religión.- La religión es otro de los factores que han contribuido muy eficazmente a la posición de las naciones modernas. En la época de la Reconquista, que es cuando se fragua la nación española, la religión era uno de los lazos que más unían a los españoles. Y aun en la actualidad hay pueblos cuya nacionalidad se apoya especialmente en el sentimiento religioso. Tal es el caso de los croatas y los servios que, a pesar de hablar el mismo idioma, han llegado a constituir naciones diferentes a impulsos de sus diferencias religiosas, pues los croatas son católicos y los servios cismáticos griegos. La lengua.- La comunidad de lengua ha sido también uno de los elementos que más han influido en la formación de las naciones. Ello se explica fácilmente, porque el lenguaje establece lazos estrechos y sobre todo íntimo entre los habitantes de un país. Todos los conquistadores se han dado perfecta idea de esto y han tratado por ello de extirpar las lenguas maternales de los pueblos anexionados. Pero también los pueblos vencidos se han hecho la misma cuenta y han defendido su idioma propio como el último baluarte de su independencia espiritual. La influencia del lenguaje varía según la importancia de las obras literarias que en él se hayan escrito. Y es que la literatura, como todas las artes, contribuye al robustecimiento del sentimiento patrio porque idealiza las cualidades de un pueblo... El territorio geográfico. Los lazos geográficos constituyen otro de los elementos que han tenido una parte considerable en la formación de las naciones, no sólo porque la configuración del terreno ha favorecido o limitado la marcha de los pueblos, sino especialmente por el efecto instintivo que el hombre profesa al territorio en que vive y a todo lo que en él existe. Tomás Elorrieta y Artaza.
Tomás Elorrieta y Artaza (Bermeo, Vizcaya 23-VI-1.883; 05-I-1.949) Catedrático de Derecho Político en varias universidades españolas. Diputado.
Comentarios
Publicar un comentario