Ir al contenido principal

¡MADRE!

   En Filipinas como en la mayoría de las naciones se celebra el día de la MADRE el segundo domingo del mes de mayo. 
   ¡MADRE! es el título del capítulo XXIII del libro escrito por  D., José G., Reyes, "Arte y Educación" (Panoramas y Emociones, Disertaciones Pedagógicas).
Desconozco la fecha de publicación de la obra, así como la casa editora, posiblemente sea uno de sus primeros trabajos, pues en el mismo volumen se anuncia la publicación de cinco más que llevan por título, "El Libro de la Patria"; "Novelas de la Vida"; "Breviario Lírico"; "Saneamiento Moral" y "Crónica, Entrevistas y Perfiles".
                                                                                                                                   
contraídos allí e inspirados por la madre, no cobran menos fuerza y arraigo después que la naturaleza misma.
   La santa madre del Águila de Hipona y la de los Graco son, a este propósito, un símbolo. Para Napoleón, la disposición más o menos feliz, el grado de capacidad o habilidad de las madres en el modo de educar bien a sus hijos viene a ser una espacie de cultómetro de los pueblos. El porvenir de una nación, dice Balzac, está en las madres. La madre es la única mujer en la tierra capaz de arrostrar los más heroicos sacrificios y de sufrir las más grandes penalidades por el hijo querido de su amor. Su corazón es, para sus hijos, un manantial inagotable de dulzuras, de bondad y ternura. Y, sin embargo, con ¡qué monstruosa ingratitud son correspondidos, a veces, por los hijos la amorosa solicitud y cuidado, los desvelos y sacrificios de una madre! No se concibe cómo un hombre que todo lo debe a su madre, porque a ella debe su venida al mundo, pueda olvidar o dejar de amarla. En esto de apreciar debidamente y en su justo valor lo que es una madre, ocurre lo que con la posesión de unas prendas o dones de inapreciable valor en la vida, como la salud y la libertad. Solamente llegamos a darnos cuenta de ellas y de su valor, cuando las perdemos. ya lo dijo el poeta: "Todos sabemos qué es una esposa, una hermana; pero qué es una madre, sólo el huérfano lo sabe."
   D., José G. Reyes recibió el Premio Zóbel en 1.935 por su obra "En Aras del Idea", junto a Evangelina Guerrero Zacarías.
                   Foto tomada de "81 Years of Premio Zobel", de Lourdes Castrillo Brillantes.

    

   

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

POETAS FILIPINOS CANTAN AL IDIOMA ESPAÑOL

 GUILLERMO GÓMEZ RIVERA.        EL CASTELLANO ES NUESTRA PATRIA COMÚN    Todos nosotros somos ciudadanos  de una insigne nación universal porque su territorio es un idioma que todos compartimos y guardamos.    Tiene su propia Biblia en El Quijote; su propio Moisés en Cervantes. Cada escritor es un alto sacerdote que enriquece su cielo de diamante.        Los que pertenecemos a esta lengua todos somos hispanos y latinos. Nuestra nación gobernará sin mengua mientras sigan su fe los filipinos, y se sigan sus fueros en España como en Hispano-América, su hazaña.      Makati, 7 de marzo de 2009 EMETERIO BARCELÓN BARCELÓ-SORIANO.                                                                     CANTO AL IDIOMA ESPAÑOL    Para ...

CUANDO EN FILIPINAS LOS JÓVENES SE ENAMORABAN EN ESPAÑOL

   Si llegara el momento en tú me odies, te suplico que eches una mirada analítica hacia este humilde recuerdo, porque por él volverán a reaparecer los sentimientos de amistad

SAN JUAN DE LACRUZ

    La obra literaria del gran místico  ha influído en la obra de numerosos poetas de las letras españolas. Tambíen ha llegado esa influencia a los poetas e intelectuales filipinos.     ADELINA GURREA MONASTERIO.  (28 de septiembre de 1896 La Carlota, Negros Occ.,- Madrid 29 de abril de 1971).           SAN JUAN DE LA CRUZ     Más que hombre, poeta; más que poeta, místico; más que místico puro, del puro misticismo la quimera... Más que saeta eliptíco trazado del raudo proyectil, y aún más... velocidad suprema de la luz arropada en la estrtosfera, y más y más, el rito de lo eterno y de lo infinito. ¡San Juan de la Cruz!    Pero firme en la Tierra. El se bajó su Cielo para gozarlo en pena de nostalgia, en dolor de embeleso,  desvelando su amor con clara gracia junto al cesped verdal de la pradera, junto al regato que estira su canción sobre el declive en flor de la ladera. Y el viento, el mar, la nube, la auro...